Los packs de mamparas y platos de ducha son una gran opción para adquirir una mampara de baño y un plato de ducha que queden bien en combinación. Ambos artículos siguen siendo a la medida que queramos. Con esto conseguimos los productos que necesitábamos, además de ganar la rebaja que supone comprar los dos artículos juntos.
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Si queremos una ducha para nuestro cuarto de baño lo ideal es acompañarla de una mampara, es la forma más elegante de mantener un baño en orden y no convertirlo en un lago cada vez que nos duchemos. La opción de comprar estos dos artículos juntos nos ofrece varias ventajas. En nuestra tienda online al realizar esta compra cubriremos los gastos mínimos y tendremos el envío gratis, algo que siempre es un punto a favor.
En esta oferta tenemos varias opciones diferentes, entre las que podemos encontrar la mampara de baño fija Arizona, la mampara de ducha frontal corredera Sena y la mampara Nilo rectangular 2 fijos + 2 puertas, entre muchas otras dentro del amplio catálogo con el que contamos.
Algunas de las características a destacar entre las mamparas con las que contamos son que podemos encontrarlas tanto fijas, como correderas o abatibles, para optimizar así el espacio del que disponemos y que se ajuste a nuestras preferencias.
Los materiales con los que se fabrican estas mamparas son acero inoxidable, aluminio y aluminio anodizado, además del vidrio templado o cristal con el que están fabricadas las paredes de las mismas.
También destacar que la mayoría de las mamparas cuentan con diferentes colores, mostrando perfilería negra, plateada, marrón o incluso rosa, entre otros, sumamente importante para que no haya fugas durante la ducha y no tener un lago por cuarto de baño. Contamos con opciones con cierre magnético especialmente antifugas.
Presentan además alturas variadas, siendo las más usuales 195 cm y 200. Al ser mamparas a medida, contamos también con varios tamaños y combinaciones para sus paredes y puertas, al igual que los brazos extensibles de las fijas, pueden variar su tamaño.
Los cristales o vidrios templados tienen en algunos modelos la posibilidad de ser transparentes o translúcidos, al igual que la opción de ser reversibles.
El plato de ducha es común en todas las opciones, pero que sea el mismo no quiere decir que no tenga varias opciones de personalización, pues al ser un plato de ducha de resina de corte a medida tenemos todas las posibilidades de corte disponibles para que encajen en cualquier baño sin problema. Sus medidas están entre 60 y 100 cm x 60 y 200 cm. Cuenta también con un sistema antideslizante y antibacteriano.
Teniendo en cuenta los dos puntos anteriores, estos packs encajan con cualquier cuarto de baño, puesto que podemos elegir todas las medidas tanto de las mamparas como de los pies de ducha.
Solo debemos elegir qué color y qué estilo nos gusta más, además de tener en cuenta el espacio con el contamos. Las tres opciones son de aluminio, de estilo moderno y actual. Solo queda decidir si queremos que sea fija o corredera y en qué rincón colocaremos ambos productos. Así crearemos nuestra ducha a medida.
Los platos de ducha de resina están compuestos por resina y cargas minerales.
Presentan muchas virtudes frente a los de cerámica. Estos son más cálidos al tacto, evitando con esto los momentos de frío extremo cuando vamos a la ducha en invierno. Su superficie es antideslizante, lo que nos proporciona más seguridad y son menos voluminosos, lo que facilita su transporte y aplicación. Gracias a esto último, son más fáciles de reparar en caso de impacto o arañazo.
Uno de los trucos caseros a los que más recurrimos para quitar las manchas de agua (cal) y jabón de superficies como la de la mampara es utilizar vinagre y agua.
Es tan sencillo como poner al fuego agua con vinagre y parar antes de que empiece a hervir. Ese líquido lo añadimos a un pulverizador y lo utilizaremos rociaremos sobre las manchas. Lo dejamos actuar unos minutos. Con un paño húmedo procedemos a quitarlo y la superficie debe quedar reluciente.
Para limpiar un plato de ducha de resina hay varias maneras, unas más agresivas que otras.
La más sencilla y que menos daña el pie de ducha es tan simple como usar agua y jabón neutro. Necesitaremos además una bayeta que reservaremos solo para esto. Si localizamos alguna mancha es recomendable echar agua caliente encima para que se reblandezca. A continuación, según sea nuestro jabón, procederemos a echarlo por encima. Si es líquido, lo mezclamos con el agua, generando un poco de espuma, y si es en barra frotamos un poco con él sobre la superficie. Con la bayeta enjabonada seguimos frotando hasta que quitemos las manchas. Una vez hecho esto, aclaramos la bayeta para quitar los restos del pie de ducha, y terminamos echando un poco de agua y secando con cuidado.
Otra forma por si la anterior no te ha funcionado, es recurriendo al truco ya comentado para la mampara de vinagre y agua. Con la misma mezcla metida en un difusor, pulverizamos sobre la superficie y dejamos actuar por unos 15 minutos. A continuación limpiamos la superficie con una esponja para no dañarla y aclaramos con un poco de agua. Para terminar secamos con una bayeta y veremos rápidamente la diferencia entre el antes y el después, incluso en platos de ducha que hayan podido estar amarillentos.
Y la última es la más agresiva y a la que recurriría si ninguna de las anteriores funciona. En esta ocasión necesitamos acetona o lejía. Como son productos que pueden dañar la superficie si no los usamos bien, no será preciso dejarlos reposar demasiado tiempo, con 5 minutos será suficiente, y siempre que el producto elegido lo hayamos aplicado con pulverizador. Tras esto, volvemos a frotar con un paño o una bayeta para retirar las manchas. Enjuagamos con agua y secamos con otro paño.
